
La cultura toma las necesidades biológicas que compartimos con otros animales y
nos enseña a expresarlas de formas particulares. Las personas tienen que comer,
pero la cultura nos enseña qué, cuándo y cómo. En muchas culturas la comida principal
se toma a mediodía, mientras que los norteamericanos prefieren una cena copiosa.
Los ingleses comen pescado para desayunar, pero los norteamericanos prefieren
tortitas calientes y cereales fríos. Los brasileños añaden leche caliente a un café
cargado, mientras que los norteamericanos le echan leche fría a un café aguado. En
el Medio-Oeste norteamericano se cena entre las cinco y las seis, los españoles lo
hacen a las diez.
Los hábitos, las percepciones y las invenciones culturales moldean la «naturaleza
humana» de muchas formas. Todo el mundo tiene que eliminar sus residuos
corporales. No obstante, algunas culturas enseñan a la gente a defecar de pie, mientras
que otras lo hacen en la posición de sentado. Los franceses no se avergüenzan de
orinar en público, metiéndose de forma rutinaria en los pissoirs escasamente resguardados
de las calles de París. Las campesinas del altiplano peruano se acuclillan
en las calles y orinan en las cunetas. Sus masivas faldas les proporcionan toda la
privacidad necesaria. Todos estos hábitos son parte de tradiciones culturales que han
convertido los actos naturales en costumbres culturales.
Nuestra cultura —y los cambios culturales— afecta a las formas en las que percibimos
la naturaleza, la naturaleza humana y «lo natural». Mediante la ciencia, los
inventos y los descubrimientos, los desarrollos culturales han superado muchas limitaciones
«naturales». Somos capaces de prevenir y curar enfermedades como la poliomielitis
y la viruela que azotaban a nuestros antepasados. Utilizamos la Viagra
para restaurar la potencia sexual, y mediante la clonación, los científicos han alterado
nuestra forma de pensar sobre la identidad biológica y el propio significado de la vida.
Por supuesto, la cultura no nos ha librado de las amenazas naturales. Los huracanes,
inundaciones, terremotos y otras fuerzas naturales amenazan periódicamente
nuestros deseos de modificar el entorno mediante la construcción, el desarrollo y la
expansión. ¿Puedes citar otras formas en las que la naturaleza golpea a los humanos
y sus creaciones?
CULTURA Y NATURALEZA
